domingo, 21 de agosto de 2022

Nutrición y Anemia.

 Anemia.

• La anemia es un importante problema de salud pública tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. La más frecuente es la anemia ferropénica, causada por deficiencia de hierro.

• Según datos de la OMS, aproximadamente 1.000 millones de personas en el mundo padecen anemia ferropénica, siendo más prevalente en mujeres en edad fértil, niños y embarazadas.

• Las deficiencias de ácido fólico y vitamina B12 pueden causar anemia megaloblástica.

• La deficiencia de folatos se produce especialmente en ciertas poblaciones de riesgo (embarazadas y personas de edad avanzada) y puede estar asociada a determinadas patologías (patología intestinal, alcoholismo crónico o deficiencia de vitamina B12).

• La deficiencia de vitamina B12 o cobalamina puede deberse a una ingesta insuficiente (que es poco frecuente) o a malabsorción de la vitamina (por aclorhidria o falta de factor intrínseco).

• La anemia ferropénica es multifactorial e intervienen en su desarrollo la alimentación, la situación fisiológica, patologías asociadas y la carga genética del individuo.



• El hierro de los alimentos se presenta en dos formas: hemo y no hemo. Este último menos biodisponible, ya que interacciona con componentes de los alimentos que pueden limitar su absorción.




Prevención y tratamiento nutricional

La prevención de la anemia ferropénica es desde hace más de una década una prioridad de la OMS y las estrategias nutricionales para su prevención deben aplicarse a los grupos de riesgo. El papel de la alimentación es fundamental en las primeras etapas , ya que si se llega a la anemia ferropénica, la recuperación sólo puede realizarse a través de la farmacología.

En primer lugar, la ingesta dietética de hierro debe ser la adecuada para mantener la homeostasis del micronutriente, teniendo en cuenta edad, situación fisiológica y género.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta la  biodisponibilidad del hierro, que va a depender de varios factores. Entre ellos, la dieta es uno de los factores más importantes, ya que tanto el contenido de hierro en los alimentos como la naturaleza del mismo condicionarán su absorción a nivel intestinal y, por consiguiente, su incorporación al organismo.

El hierro de los alimentos se presenta en dos formas: hemo y no hemo (inorgánico), siendo más biodisponible la forma hemo. El hierro hemo se encuentra exclusivamente en alimentos de origen animal y, aún en éstos, su porcentaje no suele ser superior al 40% del hierro total, siendo el resto hierro no hemo







Recomendaciones nutricionales y de estilo de vida para prevención de anemia ferropénica en grupos de riesgo

Ingerir cantidad suficiente de hierro, teniendo en cuenta las recomendaciones para cada grupo de sexo y edad.

Evitar dietas hipocalóricas si no se tiene ni obesidad ni sobrepeso y nunca seguir dietas sin el adecuado control médico.

No restringir el consumo de alimentos que contengan hierro hemo, de alta biodisponibilidad.











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